Desde que David y yo estamos juntos, siempre hemos celebrado Acción de Gracias como parte de sus tradiciones y ahora también mía. Al vivir en países diferentes que nuestras familias, nuestras celebraciones tienden a ser con amigos, pero este año tenemos la fortuna de celebrarlo en familia.
El primer Acción de Gracias fue en 1621 cuando en Plymouth (EEUU) se organizó un banquete para celebrar la cosecha de otoño y fue compartido por primera vez con los indios Wampanoag que ayudaron a los peregrinos dándoles semillas y enseñándoles sus técnicas de cultivo. No se declaró feriado oficial hasta 1863, cuando Abraham Lincoln proclamó el día nacional de Acción de Gracias y desde entonces se celebra cada año en el último jueves de noviembre.
A mi me parece una celebración muy bonita porque a diferencia de otras, no la veo basándose en regalos o bienes materiales así como tampoco se considera una celebración religiosa. El centro de todo es el pavo, pero incluso vegetarianos y veganos lo celebran con otras opciones. La idea es hacer un banquete y reunirse a comer en la mesa mientras cada uno va dando gracias.
La palabra “gracias” es una de las que más decimos (o al menos deberíamos) y muchas veces no nos detenemos a pensar lo poderosa que es. Es una forma de reconocer la ayuda, la importancia de una acción por pequeña o grande que sea o incluso lo que otra persona hace por nosotros. La vemos como una simple palabra, porque es cortita, pero su significado es inmensamente grande. Soy fiel creyente de que ser agradecido es una de las claves para ser feliz, no podemos tomar las cosas por sentado, hay que darles crédito y reconocimiento. Cuando somos agradecidos desde el corazón, es como si las estrellas se alinearan para nuestro beneficio. Sé que puede sonar extraño o más bien cursi, pero así es como yo lo veo.
Nosotros tenemos mucho que agradecer, ha sido un gran año. Desde que vivimos lejos de nuestras familias, este ha sido el año en que hemos podido pasar más tiempo con ellos, y eso, es nuestra prioridad número uno. Hemos gozado de muy buena salud. Se nos han presentado buenas oportunidades. Tenemos la fortuna que contar con gente maravillosa. Nuestra casa, trabajos, alimentos y todas las abundancias que tenemos.
Por tenernos unos a otros y por lo que está por venir.
Quiero aprovechar para dar gracias a David, por cumplir su promesa, gracias al universo por permitir que sucediera y así, decirles que en enero ¡nos regresamos a vivir a España!
Sin importar si lo celebran o no, les deseo a todos un muy feliz día de Acción de Gracias, porque SIEMPRE, hay algo por lo cual estar agradecido. Y gracias también a ustedes por estar aquí.