Esta es una de las recetas que más me piden, y casualmente, de las que me gusta… Redoble de tambores por favor: tr-tr-tr-tr… Y con ustedes ¡el helado más sano y delicioso del mundo! No hay mucho más que pueda decir porque el resultado final es lo que habla por sí solo. Riquísimo, saciante, nutritivo, sano y refrescante.
Para hacerlo, primero que todo, necesitas un cacharro de cocina con buenas hojillas para triturar alimentos muy duros. Esto es INDISPENSABLE porque no querrás estropear tu procesador, licuadora, o batidora. También porque queremos una consistencia bien cremosa, sin trozos y que no sea líquida.
Necesitas plátanos, banana o cambur… sin importar como le llames. Yo utilizo dos plátanos grandes por ración (pondría más, pero mi procesadora es pequeña).
Lo segundo más importante es el estado del plátano, queremos una fruta suuuuuper madura para que sea más rica y más dulce. Si el plátano está negro ¡mucho mejor! créeme, así ¡están perfectos para helado! (y también para smoothies).
Ahora hay que congelarlos, y para ello, te recomiendo varias cosas:
1. Córtalo en trozos, preferiblemente no muy grandes. Así será más fácil de procesar. También puedes congelarlos enteros y cortar en el momento que los vayas a usar.
2. No lo pongas en bolsas, porque cuando se congelen, te conseguirás que se unió todo en una sola pieza. Lo mejor es ponerlo en algún recipiente plástico y cerrado – ¡sí! dije plástico – reutiliza esos envases extra que seguro tienes por ahí.
3. Sé paciente, espera a que esté bien congelado, sino el resultado será totalmente diferente.
Ingredientes (para una ración):
• 2 plátanos bien maduros
• 3 cucharadas de cacao puro en polvo
• Toppings (opcional) como habas de cacao, coco rallado y fruta fresca o congelada.
Instrucciones:
Una vez que los plátanos estén bien congelados ¡manos a la obra!
1. Procesa el plátano. Los trocitos van a buscar subir al tope del recipiente, de tanto en tanto, coge una cuchara y empuja hasta el fondo, cerca de las hojillas.
2. Procesa, procesa y procesa hasta que quede bien cremosito. En un minuto ya lo tienes. En teoría, ahí ya tienes tu helado, porque esa es la base. Si ves que le cuesta mucho a la máquina, añade una cucharadita de agua, y si lo notas muy líquido, puedes meterlo en el congelador por unos minutos.
3. Puedes agregar vainilla, crema de cacahuetes, alguna otra fruta, café (líquido y frío). Esto lo puedes hacer antes o después de procesar el plátano. Yo prefiero procesar todo junto desde el comienzo, así me aseguro de que quede bien mezcladito y que no se ponga más aguado de la cuenta y una vez que esté listo, agrego las habas de cacao y mezclo bien.
Además de eso, a mí me gusta servirlo con un poco de fruta picada, la que tenga, usualmente le pongo fresas y frutas del bosque, son las que le quedan mejor. Un poco de coco rallado y listo.
Y ahora sí, a disfrutar ¡del mejor momento del día!
Ya verás cuando lo hagas, lo rico que está. Lo mejor de todo es que como es tan sanito y natural, sé puede comer perfectamente hasta para desayunar. Y como es a base de plátanos, va perfecto para antes o después de hacer ejercicio.
Esto mismo lo puedes hacer con otras frutas y queda taaan rico… si tienes mango a tu alcance, te recomiendo que lo pruebes ¡está de infarto!
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