La llegada del frío ha supuesto el encendido de la calefacción en casa pero, con los precios de la luz tan disparados, tenemos miedo de que también se congelen nuestros bolsillos. Por eso, es fundamental saber cuáles son los sistemas más económicos y de qué otras maneras podemos ahorrar.
Según varios informes, una de las principales partidas del presupuesto medio de los hogares en España se va en el gasto energético (32%), lo que suele traducirse en un gasto medio anual de 1.300 euros. Y cuando bajan tanto las temperaturas, aunque hayamos acondicionado previamente nuestra vivienda, es inviable no encender algún tipo de aparato de calefacción, especialmente si hay niños o personas mayores. Sin embargo, existen algunos sistemas de calefacción más eficientes que otros, y también más ventajosos para nuestra economía.
Sistemas de calefacción más limpios y económicos:
Sustituir la caldera tradicional por una de condensación: fomenta la eficiencia energética y supone una reducción de hasta un 26% de gases contaminantes. Esta medida será obligatoria en algunas zonas como en la Comunidad de Madrid, ya que la Ordenanza del Aire y Sostenibilidad prohibirá las calderas de carbón central desde el 1 de enero de 2022.Calefacción por biomasa: pueden suponer un ahorro de hasta un 75% respecto a los sistemas tradicionales. Las más populares suelen ser las calderas o estufas de pellets. La calefacción por biomasa no contamina ya que su combustión no emite gases tóxicos. Es una energía económica, ya que su coste es hasta 4 veces menor que el de los combustibles fósiles.
Bomba de calor: puede generar hasta un 70% de ahorro en comparación con otros sistemas que suministran electricidad, gas o gasóleo. Genera un ambiente más saludable y tiene fácil mantenimiento. Es sostenible, ya que utiliza energía procedente de fuentes renovable, reduciendo las emisiones directas de CO2.
Suelo radiante: Es versátil porque la instalación es posible en techos, suelos y paredes. Funciona imitando la radiación solar emitiendo ondas de calor infrarrojo. Tiene un óptimo rendimiento, porque no trabaja a temperaturas muy elevadas como en los sistemas tradicionales. No genera emisiones de CO2 y está fabricado con un 95% de materiales reciclables.
Instalación de placas solares para el autoconsumo: A pesar de la alta inversión que supone, ofrece una gran rentabilidad, con un ahorro aproximado del 50% a largo plazo.
Cómo conseguir un mayor ahorro energético:
Cambiar las ventanas: aproximadamente un 20% de la energía de la vivienda se filtra a través de las ventanas. Instalando ventanas de altas prestaciones, como las fabricadas con sistemas de PVC KÖMMERLING, permiten reducir las pérdidas energéticas hasta en un 70%. Una reducción en el gasto energético que notaremos a nivel económico y en confort, ya que ganaremos en aislamiento y hermeticidad.Aislamiento de cubiertas y paredes: instalar una cámara de aire en las paredes evita las pérdidas de calor y frío y ahorrar hasta un 35%. Otro sistema que permite un gran ahorro energético es el SATE, siglas de Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior. Combinan la utilización de un material aislante térmico, y en algunos casos acústico, con un revestimiento de acabado decorativo.
Renovar el color de las paredes: cambiar el color de las paredes del interior de las viviendas y reparar los desperfectos y humedades mejora también las condiciones de habitabilidad, especialmente si son pinturas térmicas.
Cierra algún radiador: si se encuentra en estancias que no se utiliza (por ejemplo, el cuarto de invitados), y mantén abiertas las llaves de los que están donde pasas la mayor parte del tiempo.
Y no lo olvides: de noche cierra las persianas y las cortinas para evitar las pérdidas de calor.
Aunque quizá ahora no sea el momento de cambiar el sistema de calefacción de tu vivienda, si puedes tenerlo en mente para más adelante ya que, a medio/largo plazo, la inversión puede compensarte económicamente. Y, mientras tanto, desde Vivienda Saludable te recomendamos que tomes nota de estos consejos para conseguir ahorrar en tu cuenta durante los meses de otoño e invierno.