Como sabéis las personas mayores nunca tiraban nada. Con el excedente de producción hortofrutícola se elaboraban deliciosas mermeladas y conservas caseras para no solo aprovechar lo sobrante, sino enriquecer la dieta de invierno. En la Casa de los Melones de generación en generación aprendimos a hacer conserva de tomate.
Para elaborar una buena conserva casera lo primero es dejar madurar los tomates al sol, como estos que son de Tómate la huerta. Después, una vez cortados de la mata, se introducen en agua bien caliente (se escaldan). Previamente habremos preparado y limpiado meticulosamente botes de cristal reutilizados poniendo especial atención al correcto estado de las tapas.
Después de pelar el tomate y escurrir las pipas se calienta aceite de oliva con dos o tres cebollas y dos o tres pimientos verdes cortados en juliana. Se sofríe a fuego muy lento y cuando esté transparente la cebolla se añaden los tomates y se rectifica de sal añadiendo también unas tres cucharaditas de azúcar para neutralizar la acidad del tomate. Dejamos pochar unos 15 minutos a fuego muy lento y retiramos el excedente de agua. Luego se pasa por un tamiz o batidora y se vierten en los tarros.
Cuando estén envasados se echa un chorrito de aceite de oliva hasta la tapa. Se tapan e introducen en una olla con agua caliente de tal manera que cubra los tarros unos 2 o 3 centímetros. Cuando empieza a cocer el agua se cuenta al menos 15 minutos de hervor para hacer el vacío dentro de los botes.
Cuando estén fríos se guardan en la despensa o en un sitio fresco y oscuro. La conserva puede llagar a durar dos o tres años ¡¡Aquí siempre se termina antes!!! Pero hay que tener cuidado de que los botes al abrir la tapa ofrezcan resistencia y se oiga plof. En caso contrario hay desecharlos porque puede ser peligroso.
No hay que olvidar que las peladuras son un alimento excelente para nuestras gallinas.
El sabor de la conserva de tomate de Patones es inconfundible, único y totalmente natural ¡¡¡Buen provecho!!!