En 2015, el fabricante neozelandés de cerveza DB Brewery comenzó a fabricar biocombustible a partir de la cerveza. Dos años más tarde, la marca refuerza su compromiso con el medio ambiente y ademas de promocionar el reciclaje y la reutilización de sus botellas ya vacías, han creado un mecanismo que transforma las botellas en arena para salvar las playas del país.
Para ejecutar el proyecto, la empresa creó una máquina de trituración que es capaz de crear una arena fina a partir del vidrio, al mismo tiempo que separa el plástico y el papel de la etiqueta. El proceso es simple, a medida en la que se inserta la botella, un sensor láser pone en operación pequeños cortadores de acero que giran a 2800 rpm. Al final del proceso, lo que queda son 200 gramos de arena que tienen composición similar a la encontrada en la naturaleza.
Según la compañía, las dos terceras partes de todas las costas del mundo se encuentran en peligro. Esto se debe a la demanda para el material es alta en industrias que van desde productos farmacéuticos a la construcción. Así que para ayudar a la naturaleza a recomponerse y mantener las playas se ideo esta propuesta.
La idea es que la arena fabricada se venda a las industrias demandantes como la construcción. Ahora bien la idea puede parecer muy buena a primera vista, sin embargo habría que estudiar el impacto de producir el envase en la naturaleza versus el impacto de los 200 gramos de arena que dejaríamos de ocupar.
En el caso de los envases de vidrio el reciclado o cambiarlos por arena creo que se debería hacer como algo secundario y potenciar la reutilización del envase, algo que antes fue común y un proceso que realmente ahorra energía y recursos, mucho más que el reciclaje.
Echa un vistazo a este vídeo donde se explica como funciona el sistema:
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