Lo primero que quería compartir en este post es que este 2017 ha sido, sin dudarlo, el mejor año de mi vida. Y es que éste ha sido el año en el que Adam ha llegado al mundo y, desde que esto sucedió, cada día ha sido un día único, un día mágico, un día en el que ha merecido la pena todo por el simple hecho de poderle ver sonreír. Supongo que suena muy a tópico, pero es así, a mí convertirme en la madre de Adam me ha aportado tanto que es una experiencia que repetiría ahora mismo. Pero entiendo que no para todo el mundo la experiencia es así de positiva, y quiero aprovechar este espacio para reivindicar el derecho de estas personas a decirlo sin ser juzgadas. Lo comento, como quizás ya habéis imaginado, por los múltiples testimonios que este 2017 han surgido sobre madres arrepentidas de serlo; madres que han sido duramente juzgadas y a las que desde aquí quiero, de alguna manera apoyar, porque creo que han sido muy valientes de decirlo y porque gracias a su posicionamiento público han generado un debate muy sano y que mucha falta hacía. Justamente ayer vi Maternidades subversivas, el programa de Soy Cámara que versa sobre ello y que me ha resultado muy interesante. Te lo comparto aquí por si le quieres echar un vistazo (por cierto, la que hace las entrevistas es amiga mía, y me siento muy orgullosa de ella ;-).
Hecha esta introducción sobre las maravillas o no- de la maternidad, a lo que íbamos: ¿qué pasa con el blog?, ¿qué pasa con soGOODsoCUTE?
Varias personas me habéis preguntado estos meses que si no escribo porque Adam me absorben todo el tiempo. En parte, es así, pero no porque ser madre no me deje tiempo para hacer nada más; si no porque en estos momentos prefiero dedicar mi tiempo libre a él (jugando, paseándole, bañándole o, sencillamente, mirándolo) que escribiendo aquí. Espero que sepáis comprender. Pero creo que hay otros motivos que me están llevando a no escribir… No estoy segura de todos ellos, pero sí de un par, y necesito, antes de terminar el año, sincerarme sobre este tema con todas las personas que me seguís desde hace días, semanas, meses o años y que habéis hecho posible que este espacio sea lo que es. No me es fácil, pero ahí vamos.
El primero es la privacidad de mi vida. Y eso sí que creo que tiene que ver bastante con la llegada del peque. Y es que desde que él nació que miro mucho más qué publico y qué no en Internet. Me he dado cuenta que no me acaba de gustar mucho que él aparezca en las fotos y, hasta ahora, hacerme fotos sin él ha sido algo imposible porque, aunque ya estuviera fuera de mi barriga, todavía éramos uno. Desde hace unas cuantas semanas Adam es más “independiente”, con lo que creo que va a ser más fácil volver a fotografiarme sin él. Aún así (y éste sería en el segundo “pero” de lo de la privacidad), tengo que ver cuánto me apetece a mí aparecer en ellas y, sobre todo, contar públicamente qué estoy haciendo a cada momento. Es un tema que todavía tengo que gestionar y ver cómo equilibro. Estoy segura que encontraré solución. Por el momento, en este post os he puesto dos de hoy mismo, despidiendo el año como se merece, con una buena tarta y cerca del mar (ver al final).
El segundo motivo, y éste es el que más me bloquea y el que probablemente marcará más el futuro de este espacio, es el de mi relación con la moda sostenible o, mejor dicho, mi percepción sobre algunos comportamientos en el sector. Y es que aunque afortunadamente- el 99% de las experiencias que he vivido desde que me metí en esto hace algo más de cinco años han sido positivas y gratificantes, en este tiempo también me he ido encontrando con situaciones y comportamientos pocos pero repetitivos y determinantes- completamente faltos de ética y de buena voluntad.
Sé que estas situaciones no deberían afectarme tanto como para condicionar el futuro de este blog; sé que lo mejor sería no darles bola y pensar en las personas que están detrás de esto por principios y que han creado marcas y proyectos de moda sostenible para ganarse la vida, naturalmente, pero también para construir un mundo mejor en el que la ética, el respeto y la solidaridad sean los valores predominantes. soGOODsoCUTE es un buen espacio para dar visibilidad a estos proyectos. También me sabe mal dejar de escribir sobre moda sostenible por todas las personas a las que sé que puedo llegar y hacerles pensar acerca de la industria de la moda y picarles la curiosidad en esto de la sostenibilidad. Pero qué queréis que os diga, me metí en este mundo porque lo veía un lugar limpio y noble, una especie de “oasis”, y darme cuenta que no acaba de ser así… me ha ido desmotivando hasta llegar a esta situación.
Y para serme sincera del todo, quizás hay todavía un tercer motivo que me ha dejado algo paralizada estos últimos meses, y es el propio monotema de la moda sostenible. Son muchísimos post escribiendo sobre lo mismo y, quizás me apetece abrirme a otros campos y ámbitos de la sostenibilidad. A fin de cuentas, llevo en esto de la responsabilidad social muchos años y soy plenamente consciente que va mucho más allá de la ropa que vestimos… Es cierto que a lo largo de estos años he intentado diversificar la temática del blog en diversas ocasiones, pero no me ha acabado de funcionar; quizás ahora es el momento de intentarlo de verdad.
Y entonces, y para concretar… ¿qué va a pasar con soGOODsoCUTE? Pues si os digo la verdad, todavía no lo sé. Quizás éste es el último post. Quizás no. Quizás vuelvo aparecer en las fotos. Quizás no. Quizás siga escribiendo sobre moda sostenible o quizás cambie el enfoque del espacio. Todavía estoy trabajando este tema interiormente. Espero sacar algo en claro pronto. Naturalmente, seréis los primeros en saberlo, sobre todo si estáis suscritos al blog (podéis hacerlo desde aquí).
Sea como sea, gracias por leerme, porque poder compartir mis dudas y malestares con todas vosotras y vosotros hace que pueda, de alguna manera, pasar página a estas contradicciones que llevo tiempo experimentando y empezar el 2018 sintiéndome libre para avanzar hacia donde vea el camino más claro, amable y, como siempre, divertido.
¡Mil millones de gracias por seguirme un año más y que este 2018 te traiga todo lo que te mereces!