El paso a secundaria requiere un esfuerzo económico y personal que estas familias no pueden afrontar sin ayuda. Hay que pagar matriculas, transporte, material… En La Sabaneta hemos podido ayudar a Cristina, que el año pasado acabó primaria, a continuar sus estudios.
Sus padres apenas llegaron a completar 2º de primaria y para ellos que su hija la acabara ya fue todo un éxito. Se dedican a la agricultura, y como muchas otras familias no tienen tierra propia para cultivar, sino que pagan una renta por su uso para sembrar maíz y fríjol.
Cristina quería seguir estudiando y con el apoyo de Global Humanitaria se ha podido inscribir en el Centro de Estudios Ochoch Hik’ eek’ (Casa de la Esperanza, en q’eqchí).
donde este 2019 cursará 1º de secundaria. Esta escuela ofrece un modelo de educación alternativa, dirigida a los jóvenes adolescentes más desfavorecidos del ámbito rural y adaptada a la realidad de las comunidades indígenas, muchas de ellas sin luz eléctrica ni agua potable. Combinan períodos alternos de 15 días en los que los alumnos permanecen internados en el centro y otros 15 en los que se marchan a sus casas. También trabajan la equidad, para empoderar a las mujeres y prevenir violencias de género y embarazos adolescentes. La beca durará los tres años de secundaria.
Imagen: Cristina este año iniciara los estudios de secundaria. (La Sabaneta, Guatemala) (Global Humanitaria)
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