Se recomienda usar un máximo del 25% del total de las grasas.
Produce jabones con valores de dureza, limpieza y acondicionado aceptables. Produce una espuma suave y duradera.
Aunque los valores que producen son bastante equilibrados tiene un índice de Yodo alto (100), por lo que lo hacen propenso a enranciar más rápido. Por este motivo es mejor añadirlo en la traza y como aceite de sobreengrasado.
Propiedades cosméticas:
Es un aceite ligero, de absorción rápida, que no deja sensación grasa en la piel.
Gracias a su suavidad lo hacen ideal para todo tipo de pieles, sobre todo las pieles más sensibles como las de los bebés.
Nutre en profundidad, aporta sobre todo vitamina A, minerales y es muy rico en ácidos grasos esenciales Omega 6 y 9.
Hidrata, reblandece, sana y revitaliza la piel. Es perfecto para pieles secas, envejecidas y apagadas ya que les devuelve la luminosidad, las tonifica y regenera. Retrasa además el envejecimiento cutáneo, previniendo y difuminando las arrugas, así como las estrías.
Es aconsejable en los siguientes productos cosméticos: cremas antiarrugas para el cutis, cuello, escote y manos, aceite de masajes, mascarillas y serums faciales, cremas de día, cremas nutritivas de noche y lociones.
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Aceite de albaricoque
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