Empezamos por la patata morada, que estuvo a punto de extinguirse, pero que fue muy consumida hace 70 años. De hecho, fueron los hermanos Roca los que dieron la voz de alarma. El café es una de las bebidas más consumidas del planeta y también podría desaparecer de nuestra dieta. Más del 60% de la especies silvestres de café se encuentra en alto riesgo de extinción.
Patata morada
Desde los años 70 los ejemplares de atún rojo también se han reducido un 90% en el Atlántico europeo y hasta un 50% en el Mediterráneo por la pesca masiva. El cambio climático, la pérdida de hábitats naturales, la agricultura industrializada y los plaguicidas están acabando con la abejas. Sin ellas se reduce la biodiversidad y nos quedamos sin miel. Con el paso de los años, la calidad y el grosor de las conchas de los mejillones se ha reducido a pasos agigantados. El molusco queda indefenso y acaba muriendo.
Tarro de miel
El arroz sénia (de grano medio o semilargo) es una variedad que también estuvo a punto de desaparecer por su baja producción y la aparición de variedades transgénicas más productivas. Y terminamos esta larga lista de alimentos en peligro de extinción con el cacao. Su motivo reside en el cambio climático y serán las sequías extremas de Ghana y Costa de Marfil las que dañarán gravemente sus cultivos. Oxfam Intermón calcula que el chocolate podría desaparecer en 2050.
Arroz sénia
Es evidente que nuestro consumismo impacta en el medio ambiente y en lo que comemos, ¿hasta cuándo vamos a seguir a este ritmo? El cambio climático es imparable.