Hemos visto el caos, tanto en las ciudades como en los bosques y montañas. Solo hay una cosa clara: el futuro necesita una revolución de paz. Y qué mejor manera de conseguirlo que bombardeando todo el planeta con semillas.
Si no estás familiarizado con el Guerrilla Gardening, tal vez no sepas que es una seedball. No tiene dificultad, pues es exactamente lo que su nombre indica: una bolita de semillas. También conocidas como bolas de tierra, estas esferas tienen origen japonés.
Masanobu Fukuoka inventó un buen día unas bolitas hechas de arcilla con semillas en su interior que, al esparcirlas por la tierra y recibir un poco de agua, florecían por arte de magia. Las seedballs se usaron durante la Segunda Guerra Mundial para solucionar la escasez de comida, pero ya se habían empleado en el Antiguo Egipto cuando el Nilo había inundado varias plantaciones.
¡Y es que el concepto es más innovador de lo que creemos!
La germinación de semillas puede resultar complicada en según que condiciones; que si terrenos áridos, que si vientos fuertes o lluvias potentes se llevan las semillas, que si los pájaros se comen aquellas que están expuestas
Gracias a la arcilla de las seedballs, se evitan cualquiera de estos problemas gracias a su capa protectora de arcilla. Cuando llueve, ésta se derrite y las semillas germinan en condiciones óptimas para darte flores vibrantes, hierbas aromáticas, o deliciosas plantas comestibles.
Con esta técnica, el mundo evidentemente tenía que hacer algo al respecto. ¿Y qué puedes hacer con diminutas esferas llenas de vida? ¡Pues bombardear el planeta con ellas, por supuesto!
La reforestación aérea, o seedbombing, es ya una realidad capaz de replantar árboles y reforestar bosques enteros. Solo se necesita lanzar miles y miles de diminutas cápsulas por el terreno deseado desde un avión o avioneta.
Leí en varios artículos que un solo vuelo puede lanzar hasta unas 100.000 semillas, con un 70% de éxito asegurado. ¡Eso es mucho!
Ante un mundo desolado por la deforestación, con unas 32 mil millones de hectáreas perdidas cada año, debemos poner fin a una destrucción insostenible. Y qué mejor manera que con bombardeos de semillas.
Algunos países como México, Tailandia y Argentina ya han puesto en práctica los seedbombings desde aviones y helicópteros. Se puede hacer, no obstante, en cualquier región donde puedan crecer plantas. Las seedballs, además, son personalizables para asegurar el éxito en condiciones distintas.
¿Todavía no estás convencido de estas maravillas?
Las seedballs no solo son para grandes proyectos de reforestación; también se pueden utilizar en tu día a día.
Para plantar comestibles en tu huerto urbano.
Para crecer hierbas aromáticas en casa.
Para llevarte en tus excursiones y paseos y dejar tu huella.
Para ayudar a las abejas con flores polinizadoras.
Para crecer flores y especies en peligro.
Para ser capaz de plantar durante todo el año.
Personalmente, me encanta esta manera de sembrar futuro. Recientemente descubrí que en España se pueden comprar seedballs de la marca Green Bomba. ¡Quizás me haga con unas pocas!
¿Conocías las seedballs? ¿Apostarías por bombardeos de semillas en casos de incendios, sequías o deforestación? ¡Déjame tu opinión en los comentarios!