La gran mayoría de exfoliantes envasados en plástico incluyen entre sus ingredientes microplásticos. Se trata de las pequeñas perlitas que sirven precisamente para eso, para exfoliar, pero en lugar de estar hechas con productos naturales, están hechas de plástico. Estas se vierten directamente por el desagüe, acabando en los mares, contaminándolos y, en última instancia, acabamos ingiriéndolas.
Por ello os quiero contar una alternativa muy beneficiosa para exfoliar la piel, tanto del rostro como del cuerpo, utilizando un producto natural que seguramente ya tengas en casa: ¡café!
Exfoliante DIY con café para el rostro
Para preparar mi propio exfoliante facial con los posos del café utilizo café y miel.
Mezclo una cucharada de posos de café con una cucharada de miel. Si tu piel es sensible, hazlo con cuidado ya que puede irritarte un poco. También puedes dejarla actuar a modo de mascarilla durante 10 minutos y luego retirarla con agua tibia realizando un suave masaje.
El café, al contener cafeína, tiene propiedades desinflamatorias que ayuda a reducir las rojeces de la piel y a reactivar la circulación sanguínea. Por su parte, la miel es antibacteriana, equilibra la producción de grasa e hidrata y cuida la piel. Combinados hacen un perfecto exfoliante casero y natural que te ayudará a cerrar los poros y eliminar la piel muerta.
Exfoliante DIY con café para el cuerpo
Para el cuerpo suelo utilizar una esponja de luffa para limpiar y exfoliar suavemente. Pero si algún día quiero una exfoliación mayor, utilizo directamente los posos del café mientras estoy en la ducha.
Otra forma de exfoliar zonas concretas de tu cuerpo es mezclando aceite de oliva con los restos del café mientras te das un masaje relajante y revitalizante. Como he comentado, la cafeína, junto con el masaje y la exfoliación, reactivan la circulación, activan el drenaje linfático y pueden ayudarte a combatir y prevenir la celulitis.
Desde la primera vez que lo utilicé noté mi piel mucho más suave. Te recomiendo que, si notas la piel apagada, lo pruebes. ¡No te dejará indiferente! Además es una genial forma de reutilizar los posos del café antes de hacer compost con ellos.