La cera emulsionante nº 3 está compuesta por: 50% de emulsionante VE y 50% de potassium stearate, tienes la receta en el siguiente enlace: cera emulsionante nº3. Tal como comentamos en esa entrada este emulsionante es adecuado para nuestro cutis (mixto) y permite elaborar preparaciones con texturas desde muy ligeras (como esta leche corporal) hasta muy espesas, todo depende de la dosis añadida.
Como queríamos una crema ligerita y de muy rápida absorción hemos utilizado sólo un 5% de emulsionante y mucho contenido en agua (84%), aunque si quieres una crema más rica y espesa puedes variar las cantidades de cada cosa hasta conseguir la textura deseada. Puedes hasta prescindir del agua y sólo usar el aceite y el emulsionante para conseguir un sérum, o aplicar el aceite tal cual sin ningún aditivo, es un aceite muy ligero de rápida absorción.
Lo positivo de añadir agua a una preparación es en realidad porque de esta manera le podemos añadir a las cremas los activos que no sean liposolubles, por ejemplo en este caso el aceite de caléndula es un oleato de la planta en aceite de soja y éste contendrá las propiedades del aceite y los activos liposolubles que la planta le transmitirá, pero también contiene otros que son hidrosolubles y que el aceite no es capaz de secuestrar, sólo serían solubles en agua, de ahí que hagamos esta preparación acuosa, con el fin de aprovechar todas las propiedades que la planta nos pueda aportar. Vamos con la receta:
¿Qué necesitamos?
84 g de infusión de caléndula (bien cargadita).
10 g de aceite de caléndula.
5 g de cera emulsionante nº 3.
1 g de conservante natural (como máximo), nosotras usamos el geogard 221 (cosgard).
1 gota de vitamina E.
Unas gotas de aceite esencial de lavanda (ya que lo usarán también niños y debe ser apto para ellos).
¿Cómo se hace?
1. Primero desinfectamos bien todos los utensilios que vayamos a utilizar. Nosotras pulverizamos sobre ellos alcohol de 96º y lo dejamos secar al aire libre. Los recipientes previamente han sido lavados también en el lavavajillas.
2. Preparamos la infusión de caléndula: para ello calentamos el agua hasta que hierva, la dejamos reposar un minuto para que baje la temperatura y a continuación le añadimos los pétalos de caléndula. Tapamos el recipiente y lo dejamos infusionar hasta que se enfríe un poco (unos 15 o 20 minutos). Cuando esté lista la colamos con un filtro muy fino (como los de té o café) ya que de no ser así se quedarían residuos en el fondo del recipiente de la crema.
3. Ahora ponemos a calentar al baño maría dos recipientes, por un lado tendremos el aceite dónde disolveremos el emulsionante (que debe estar molido muy fino para que sea fácil). Se fundirá cuando el aceite haya alcanzado la temperatura de 60ºC. Por otro lado calentaremos la infusión y esperaremos a que ambos líquidos alcancen la temperatura de 70ºC, más que nada por medida de seguridad ya que por encima de ésta no sobreviven la mayoría de microorganismos y sus esporas.
4. Pasados unos 5 o 10 minutos de calentamiento ponemos el recipiente que contiene el aceite y emulsionante en un recipiente con agua muy fría (agregando cubitos de hielo) con el objetivo de reducir el tiempo de batido y estabilizar la emulsión, y con la mini-batidora al fondo y sin levantarla (para que la crema no coja aire) vamos agregando la infusión de caléndula poco a poco mientras batimos. Es bueno que la crema no coja aire porque así no tomará los germenes que en el ambiente pueda existir.
5. Cuando la crema se enfríe y comprobemos que ha adquirido la textura de una crema ligera (como se ve en la foto) podemos parar de batir y agregarle los demás aditivos (conservante, vitamina E y aceite esencial). Batimos un poco para homogeneizar y lo vertemos en un recipiente con la ayuda de un embudo.
Los recipientes airless son los mejores para este tipo de crema, primero porque al no tocarla directamente estará menos expuesta a la infección bacteriana y después porque es una textura muy fluida y en un recipiente típico de cremas (con tapa) sería más difícil de coger.
Recomendación: guardar en el frigorífico para que dure lo máximo posible (unos 3 meses aproximadamente). Si la dejas fuera se estropearía a los pocos días.
Esta leche corporal es buena para cuidar la piel expuesta al sol ya que tiene la propiedad de regenerarla y aliviar irritaciones, sean por el motivo que sea. Es además muy adecuada para tratar la piel con problemas como puedan ser la psoriasis, eccemas u otro tipo de afecciones, al mismo tiempo que refuerza las defensas naturales de la epidermis protegiéndola así de futuras agresiones.