No es ningún secreto mi pasión por la ecología y por vivir en un mundo lo más sostenible posible, disfrutando de los productos con alma. No se si os ha pasado, vais a comprar algo a un bazar lleno de plástico, de esos con productos realizados en grandes fábricas chinas, siento que a esos productos les falta el alma. Habitualmente salgo de allí con las manos vacías porque siento el mismo vacío que inspiran sus productos. Pero cuando compro productos realizados a pequeña escala, con productos más naturales todo cambia. Son productos que te hablan, que sientes su grandeza. Es cierto que son más costosos, pero en el fondo no son mas caros si tenemos en cuenta la cantidad de residuos que han ido dejando a su paso, en su elaboración, en su distribución y embalaje. Ese precio también le pagamos, con nuestra salud, y con la de nuestro entorno, pero también con nuestros impuestos, no seamos inocentes.
Es complicado deshacernos de un plumazo de nuestros hábitos de usar y tirar, y yo también peco. Pero si conseguimos que nuestra residuo se reduzca en un 50% habremos dado un gran paso.
Te propongo 5 propuestas sencillas para empezar a formar parte del movimiento #zerowaste sin comerte mucho la cabeza. Gestos sencillos que no te van a resultar nada complicados.
1. Lleva siempre una bolsa de tela en el bolso. Ocupan muy poco espacio y podemos tener 3 o 4 para que no se nos olvide llevarlas. Las hay de muchos tipos. Tengo varias que me han ido dando. Pero la que más me gusta por lo poco que ocupa y por su resistencia es esta de IKEA.
2. Compra la bollería sin envoltorios superfluos. No siempre tengo tiempo de hacer bollería en casa, pero me horroriza ir al supermercado y encontrarme las magdalenas en una bolsa de plástico que a su vez tiene dentro otras tantas bolsitas para envolver las magdalenas de manera individual. Sin entrar a hablar de la cantidad de conservantes de ese tipo de bollería, que eso es otro tema. Si todavía tenemos algo que no se han comido los grandes supermercados son las panaderías. Fijo que cerca de tu casa también tienes una. Allí podrás comprar las magdalenas a granel, y si llevas una bolsita de casa donde te las metan mejor que mejor. Pero sino lo haces al menos habrás reducido el consumo de plástico a más de la mitad en esa compra.
3. Consume agua del grifo. El agua de botella pasa mucho tiempo en plástico a temperaturas a veces más elevadas de lo que deberían y es algo que no podemos controlar. Al final lo que bebemos es algo más que agua. Vivo en Valladolid y el agua del grifo está buena, o a mi me lo parece. Pero si el agua de tu grifo no te parece lo suficientemente buena existen varias alternativas. La mas sencilla es dejar el agua reposar en una botella de cristal unas 8 horas. El cloro se elimina y el agua está mucho mejor y es más saludable. Si este sistema se te queda corto siempre puede optar por filtros mas o menos complejos para mejorar el agua que llega a tu hogar, pero evita en lo posible las botellas de agua. ¿Te has parado a pensar cuantas botellas tiras al año?
4. Compra paquetes grandes. Te diría que lo ideal es que compres a granel, pero eso no está en el nivel iniciación, así que vamos poco a poco. Cuando compramos paquetes de arroz, legumbres, pasta, etc. de 500 gr, el plástico que se usa es mucho mayor, no sólo del paquete que consumes, sino el de los lotes y los pales de empaquetado. Son productos que aguantan abiertos una barbaridad, compra paquetes más grandes de 1 o 2 kg. Luego puedes meterlos en botes de cristal más pequeños para dosificarlos a tu gusto. Además te saldrán algo más económicos.
5. Crea la bolsa de las bolsas. Llegados a este punto no te voy a engañar, seguirán llegando a tu hogar muchas más bolsas de las que serían deseables, siempre se te olvidará algún día llevar bolsa a la frutería, o a la panadería ¡somos humanos! pero esas bolsitas endebles tienen más vidas. Crea una bolsa de bolsas, donde vas doblando las bolsitas para cuando las necesites. ¡Seguro que tu abuela también lo hacía!. Una bolsa de la frutería puedes reutilizarla varias veces más.
Espero que me cuentes si te han venido bien estos pequeños consejos y compartas conmigo esos pequeños gestos supersencillos que hacen la vida igual de fácil pero más ecológica y sencila.