Durante todo el año pasado hemos trabajado para renovar por completo la vieja Red de Distribución de Agua de la comunidad, que no cubría las necesidades básicas de todos los usuarios y padecía constantes fugas. También hemos instalado una bomba hidráulica y un sistema de cloración que permite mantener el agua sin residuos y libre de contaminación biológica.
La nueva red llega ahora a un total de 187 familias, 37 más de las que tenían el servicio
Abrir el grifo
Tener agua potable en el domicilio cambia la vida de todas estas familias, en una zona en que diarreas, conjuntivitis y afecciones dermatológicas, son patologías muy comunes debido que no disponen de servicio de alcantarillado y con un abastecimiento de agua muy deficitario en todos los sentidos, en cantidad y en calidad.
Para empezar, la higiene mejora y con ella, la salud, igual que el tiempo destinado al acarreo del agua que pueden ocupar en otras tareas. También ahora cuentan con agua para sus pequeños huertos familiares, lo que les permite tener una producción más regular tanto para su consumo familiar como para la venta.
Desde el terreno, nuestros técnicos comentan que se ha hecho realidad un importante sistema de agua potable, “en un momento en que todo el Valle Alto, Conosur y otras regiones de Cochabamba sufren una aguda sequía y extrema escasez de agua, la mayor de los últimos años, debido al fenómeno de El Niño y al cambio climático”.
El acto de entrega contó con la presencia de importantes personalidades de la Embajada de Japón, quienes expresamente para el acontecimiento, llegaron desde La Paz; Tatshushi Ryosenan, consejero principal de la Embajada de Japón), Karen Hagiwara, Coordinadora de Proyectos APC,e Hiro Watanabe, responsable del proyecto; que participaron junto a autoridades locales, representantes de Global Humanitaria Bolivia y las familias beneficiarias, en la ceremonia.
Un beneficio para la comunidad
La instalación de pilas públicas ha mejorado el acceso al agua de toda la comunidad, cerca de 800 personas. Así se ha beneficiado el comedor, el huerto y la granja escolares, lo que favorece directamente a más de 140 niños.
Estas acciones garantizarán el acceso equitativo, sostenible y eficiente del agua para el consumo básico y la pequeña producción agrícola familiar de la comunidad, promoviendo de esta manera el Derecho Fundamental al Acceso al Agua.
Después de una década y media de la privatización de este bien público, todavía alrededor de un 30% de la población, unos 3 millones de personas, en su mayoria habitantes de zonas rurales, carece de acceso seguro al agua potable en su domicilio. (fuente:eabolivia.com)