La sensibilización aborda temas como el uso de los recursos naturales, la gestión del agua, cómo separar, reducir y reciclar los residuos, la importancia de mantener un entorno limpio, de cuidar los árboles, los efectos del cambio climático…etc, todo ello con un enfoque de género y adecuado a la zona rural donde viven.
La actividad forma parte de nuestro proyecto “Escuelas resilientes frente al cambio climático”, y ha sido desarrollada, además, para promover, difundir y proteger la lengua indígena de la zona, el quechua, en el marco de la resolución de la ONU que proclamó el año 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
“Recurrir al idioma propio de la región”, nos comenta Iris Alandía, coordinadora de proyectos de Global Humanitaria Bolivia, “ha permitido que maestros, maestras y autoridades educativas de las 63 escuelas de primaria con las que colaboramos sientan mayor empatía por el trabajo de la institución e incrementen su confianza”. También los niños, que se identifican más y se sienten más cómodos cuando utilizan su lengua materna.
La nueva agenda mundial de la educación propuesta por la Unesco da prioridad a la equidad y al aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos. En este escenario, el respeto a los derechos lingüísticos es fundamental para luchar contra la pobreza y la desigualdad, que agravan las desventajas que ya de por si suponen el género y el uso de una lengua materna distinta la oficial. Se estima que alrededor del 40% de la población mundial no tiene acceso a la educación en una lengua que hablen o entiendan.
(Informe Si no entiendes,¿cómo puedes aprender? Unesco )
Imagen: Formación sobre medio ambiente en escuelas que atienden a comunidades quechua.Cochabamba, Bolivia (Global Humanitaria)