Hace unas semanas tuve el placer de conversar con ella sobre su viaje vital, sobre bienestar, coaching, journaling, sostenibilidad, empoderamiento femenino y, en definitiva, sobre cómo hacer para vivir, realmente, la vida que deseamos. Una conversación que conecta totalmente con el propósito del Club So Good.
– Empecemos por el principio. ¿Quién es Anna Alfaro?
Es una pregunta difícil de responder porque tendemos a definirnos con lo que hemos hecho y no con quien realmente somos.
Soy una mujer sensible y muy conectada gracias al trabajo interno que realizo permanentemente. Estoy muy presente. Vivo comprometida con la vida y con mi entorno. Soy una amante de las cosas bellas. Me hace feliz el estilo de vida sostenible y saludable. Y la coherencia es un mantra para mí. Soy una apasionada con la vida. Me encanta escribir, hacer fotos, viajar y disfrutar de la naturaleza. Muy amiga de mis amigos. Por supuesto, me fascina acompañar a otras mujeres en su camino.
Una no se levanta un día y decide dejarlo todo.
– Estudiaste psicología y publicidad. Y estuviste varios años trabajando en comunicación, primero en una agencia y luego por tu cuenta. ¿Cómo llegas al coaching?
He hecho un largo e intenso camino hasta llegar donde estoy. Estudié psicología, cierto. Pero cuando terminé no me sentía nada preparada para acompañar a personas. También estudié comunicación y trabajé en una agencia en la que me realicé mucho profesionalmente y me ganaba bien la vida. Y también me lancé a emprender, para hacer este trabajo pero por mi cuenta, porque veía que podía llegar a mucho más. En paralelo, me iba formando en muchos temas de crecimiento personal. La vida de autónoma tiene muchos inconvenientes, pero ofrece cierta flexibilidad en este sentido, el poder construirte tu propia agenda.
En esta etapa de mi vida me sentí muy abundante en todos los sentidos. Pero entonces llegó una crisis vital que no esperaba y terminé decidiendo irme a Bali durante un mes entero para estar a solas y en silencio. Sentía que necesitaba sanar lejos de mi entorno y aunque fuera difícil, me atreví a dar ese gran paso. Asumí el riesgo de dejar por todo ese tiempo el trabajo, algo dentro de mí estaba apretando y pidiéndome a gritos que lo hiciera. Allí empezó un nuevo capítulo en mi proceso de sanación interna y sin duda la puerta a mi nueva vida profesional.
En Bali escribí mucho. Y con lo escrito publiqué mi primer e-book. Sentí un impulso a seguir esos pasos y empecé a estudiar más y más para retomar lo que en su día inicié, estudiando psicología. Me formé como coach, instructora de meditación, estudié reiki, más sobre yoga, etc Y con el tiempo empecé a acompañar a mujeres que se interesaban por mi manera de ver la vida.
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– ¿Cómo funciona tu trabajo como coach?
Acompaño a mujeres en sus propios viajes personales y profesionales con sesiones individuales de coaching, mentorías y acompañamientos grupales para transitar y avanzar en sus procesos de cambio, transición y transformación para llevar una vida y profesión acorde a sus valores, deseos y objetivos y siguiendo un estilo de vida más saludable, consciente y sostenible. Todo ello utilizando técnicas y metodologías que he aprendido a lo largo de todos estos años pero, sobre todo, basándome en mis años de investigación y práctica personal.
Ahora mismo estamos creando el nuevo grupo de business coaching para mujeres que quieren dar un giro a su vida profesional, tanto encontrando su propósito si no lo tienen, emprendiendo si tienen una idea y creando estructura, llevando al siguiente nivel a negocios ya existentes, etc.
– Seguramente nos leen muchas mujeres (y algunos hombres) que encuentran una fuerte incomodidad en su vida actual y desearían moverse. Pero no se atreven o no saben si es sensato hacerlo. ¿Cómo discernir sobre ello?
Es importante escucharse y palpar cómo de grande es esa incomodidad. Que la persona se pregunte cuánto quiere moverse realmente del lugar dónde está. Uno no se levanta un día y decide dejarlo todo. Es un proceso interno que lleva tiempo gestándose y que un día hace clic. Cualquier transición, aunque sea clara y objetivamente hacia mejor, requiere de un tiempo de incomodidad, de renuncias, de adaptación y de aceptación. Hay que estar preparados a ese tiempo de transición incómodo. Tenemos que preguntarnos a qué estamos dispuestas a renunciar en pro de esa vida que anhelamos. Cada persona tendrá su momento. Y también hay que estar abierta a que, aunque a veces una sienta que se equivoca, las cosas le van mal, no salió lo que una pretendía como quería ahí está también el aprendizaje y podemos crecer inmensamente con ello, ver las cosas desde perspectivas que no contemplamos, redirigir la ruta, etc. Puede que esa idea ahora no se necesite, o que no estuviéramos suficientemente preparadas. Yo dejé un trabajo por cuenta ajena muy bien pagado y que me realizaba, por la vida autónoma. Y en ese estadio, ya he transitado por dos emprendimientos. Todo en busca de estar cada vez más conectada con mi ser y vivir más acorde a quién soy como persona.
No creo en el crear desde la incomodidad.
– Ese es otro tema el de emprender. Parece que hoy día no se pueda vivir de manera plena desde el trabajo por cuenta ajena, pero el emprendimiento, y sobre todo en este país, no es un camino de rosas.
Totalmente. A veces está muy mitificado este tema y debemos ser realistas. Y, por supuesto, se puede tener una vida plena trabajando por cuenta ajena. Es más, yo creo que lo más importante es estar bien en el lugar que estés, sea el que sea. Y a partir de ahí avanzar. He tenido clientas que han llegado a mí porque querían dejar su trabajo y emprender en algo que veían clarísimo que las haría sentirse más plenas. Pero al ahondar profundo, una a menudo se da cuenta de que el problema no es el trabajo ni la solución el emprendimiento. Primero es importante abordar ciertos temas personales e internos (por ejemplo, ¿cómo me relaciono/siento en el trabajo en general?). Trabajar para otros puede darnos el espacio estable y seguro que nos permita ver realmente qué queremos y desde ahí, movernos pero mirando antes dentro, no creo en que haya que lanzarse a la piscina sin fijarnos antes si hay agua. Eso puede ser aterrador y muy desestabilizante. No creo en el crear desde la incomodidad. Y por supuesto está también el tema económico. Es importante abordar cómo se encuentra este y cómo puede ser mi transición, camino, proceso, mis tiempos
A mí escribir me ha servido muchísimo y sigue haciéndolo diariamente.
– Una de las técnicas que utilizas y por las que muchas te hemos conocido es la de journaling. Precisamente este mes en el Club So Good estamos trabajando esta técnica de atención plena y autoconocimiento. ¿Nos das alguna recomendación?
A mí escribir me ha servido muchísimo y sigue haciéndolo diariamente. Recomiendo a todo el mundo que lo pruebe. Y si no sabes muy bien por dónde empezar, una propuesta es que durante una semana escribas cinco minutos al día. Si puede ser por la mañana y acompañándolo de una meditación, mejor. Puedes escribir libremente o si te bloqueas, puedes escribir cosas tan básicas como las siguientes pero hacerlo te permite chequearte, conectar contigo, ver dónde y cómo estás y ayudarte del mejor modo posible si tomas en consideración eso que estás detectando. Algunas inspiraciones del tipo de preguntas que puedes hacerte:
¿Cómo has dormido?: para detectar si estás experimentando un periodo de insomnio y a qué se debe.
¿Cómo estás?: para detectar si estamos cansadas, si tenemos preocupaciones, si nos inquieta alguna decisión que tenemos que tomar, etc.
¿Cómo te encuentras físicamente?: para detectar tensiones que pueden venir del ejercicio físico o bien ser la respuesta visible a tensiones internas.
También un ejercicio muy útil relacionado con el journaling y la meditación es, antes de empezar a meditar, aterrizar en un papel todo aquel ruido mental que nos agobia en ese momento: preocupaciones, listas de la compras, to dos, etc. Así, cuando nos pongamos a meditar, nos aseguraremos de tener la mente lo más liberada posible.
Para acompañar a personas que quisieran adentrarse en el journaling, hace unos años creé un curso digital que ahora mismo se puede hacer por libre, sin necesidad de tenerme a mí o a un grupo, con el que una se adentra en la escritura terapéutica, está disponible en mi shop.
– Antes de terminar, una pregunta obligada. En So Good siempre decimos que una vida plena y coherente debe contemplar la sostenibilidad sí o sí. Y que por otra parte es muy difícil vivir de manera sostenible sin estar bien con una misma. ¿Qué opinas?
Para mí es bastante evidente. Si yo me amo y me respeto, es lógico que quiera dar lo mejor a los demás y a mi entorno. Siento que no tiene ningún sentido cuidarse y estar maltratando el entorno, porque eso afecta a mi comida, mis relaciones, etc.
Yo llegué a este mindset a través del yoga, que me hizo tomar conciencia sobre muchos temas. Me abrió al mundo de la alimentación saludable, a querer conocer el origen de los alimentos que introducía en mi cuerpo. Pero también a saber qué llevan mis cosméticos e incluso la ropa que visto. Y abrir mi conciencia también me hizo conectar con el sufrimiento de otras personas y tener más presente sobre qué condiciones de vida tienen aquellas que trabajan para proveerme de todo ello.
Para mí sostenibilidad también es equilibrio y coherencia.
– Algunas lectoras se nos quejan de lo estresante que es vivir pensando esto y tratando de ser coherentes.
Y es cierto. Por ello yo diría que no podemos obsesionarnos ni hacernos responsables de todos los males de la humanidad. Para mí sostenibilidad también es equilibrio y coherencia. Por ejemplo cuando viajas a según qué países es difícil beber agua sin embotellar o pedir ciertas certificaciones. De esta manera, mi propuesta es que seas coherente con tu compromiso de acuerdo al lugar físico o mental que te encuentras en ese momento, en coherencia con tus posibilidades, con tu realidad diaria…. No deberíamos exigirnos más de la cuenta porque eso atenta contra nuestro equilibrio interno y bienestar emocional. Y a la larga, no es nada positivo ni para nosotras ni para el entorno.
Mil gracias Anna por tu tiempo, por tu dedicación y por tu incansable compartir.
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