Hay múltiples razones para adoptar un estilo de vida vegano, y el hacerlo por salud es de lo más común. Y es que el simple hecho de cambiar tu dieta puede ayudarte a vivir más, a tener mejor salud, y a reducir el riesgo de padecer enfermedades varias.
Lo que empezó como un movimiento de hippies, se ha convertido en un estilo de vida bastante popular. ¡Solo hace falta entrar en Instagram para descubrir la enorme cantidad de personas que se han sumado al veganismo!
Es un hecho que las personas que no comen carne o lácteos tienen menos riesgo que aquellas que sí lo hacen de padecer obesidad, enfermedades cardiovasculares, derrames, infartos, hipertensión, diabetes y varias clases de cáncer, entre otros. Esto se debe a que los productos de origen animal son las únicas fuentes dietéticas de colesterol, mientras que la fruta y la verdura son buenas para el corazón.
Los vegetarianos y veganos incluso suelen tener un índice de masa corporal menor al de los omnívoros. Lo típico, de hecho, es experimentar pérdida de peso cuando haces la transición a esta dieta, además de sentirte con más energía y, en general, mejor de salud.
Quitar los productos de origen animal de tu plato conlleva grandes beneficios, como tener un 35% menos de posibilidades de tener colesterol, o incluso aumentar tus posibilidades de vivir entre 6 y 10 años más. Sin embargo, son muchos los que deciden no hacer el paso por un miedo básico: las necesidades nutricionales.
¿De dónde obtendré proteína? ¿Y calcio? ¿Y qué hay del hierro, o de la omega 3? Las respuestas a estas preguntas son clave para obtener los beneficios de salud que otorga el veganismo. Y es que, llevemos la dieta que llevemos, debemos saber cómo comer equilibrado.
Afortunadamente, alcanzar las necesidades nutricionales óptimas para una vida saludable es posible en una dieta vegana (y vegetariana, claro). Muchísimos de los productos no-animales que encontramos en el supermercado están cargados de proteína, por ejemplo, como los aguacates, el arroz, los plátanos, las espinacas, las patatas o los cacahuetes. Es más, con la americanización de nuestro estilo de vida, es fácil que si consumimos productos de origen animal, consumamos más proteínas de lo saludable. Y como muchos ya sabréis, la OMS declaró no hace mucho que la proteína animalpuede ser tan cancerígena como el tabaco.
¿Qué hay de las demás deficiencias que podríamos sufrir? Tres cuartos de lo mismo. Podemos encontrar calcio en higos secos, semillas de sésamo o espinacas; hierro en pan integral, brócoli o habichuelas; omega 3 en semillas de lino, semillas chia o nueces, zinc en cacao, almendras o semillas de calabaza…
Incluso la famosa B12 puede ser consumida sin necesidad de comer productos animales. Esta vitamina es esencial para el correcto desarrollo de nuestro cerebro, y deberíamos consumir unos 2000 mcg a la semana (aunque mejor consultar con un médico o nutricionista). No es una vitamina animal (aunque estos son capaces de absorberla al pastar), sino producida por bacterias, por lo que es fácil conseguir dosis de B12 en productos veganos o vegetales.
La mejor manera de obtener B12 llevando una dieta vegana es consumiendo cereales o yogures fortificados, levadura nutricional, leche de soja u otras leches fortificadas (Alpro suele incluir B12 en todos sus productos), o suplementos vitamínicos. Cada vez son más los veganos que no necesitan tomar ningún suplemento, no obstante.
Teniendo en cuenta esta información, y llevando una dieta equilibrada (como se recomienda hacer en cualquier caso), es fácil obtener los beneficios de una dieta vegana. Y estos no solo pueden afectar positivamente a tu salud, sino también a tu país o comunidad, ya que la presión ejercida a los sistemas médicos y de salud se ve considerablemente reducida.
Una de las enfermedades que puedes evitar con tu dieta es la diabetes, por ejemplo. Una persona vegana suele consumir mucha fibra, cosa que le ayuda en su metabolismo y en los niveles de azúcar en sangre, reduciendo su riesgo a padecer diabetes. ¡Incluso se han dado casos de dietas veganas que han invertido la enfermedad!
Como consecuencia, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares también se reduce de manera considerable (hasta un 32%), ya que se deja de consumir alimentos altos en grasas saturadas: carne, huevos y lácteos.
Estas tres clases de alimentos, al igual que son capaces de obstruir las arterias y causar colesterol, son capaces de hacer lo mismo en el cerebro y causar derrames. Así pues, otro riesgo que reducimos.
Por último, podemos evitar varias clases de cáncer (de estómago, de mama, de colon…) si optamos por una dieta vegetal, ya que la carne procesada (jamón, salchichas, bacón, etc.) ha sidoconsiderada recientemente cancerígena.
Comer frutas, legumbres y vegetales de manera regular puede mejorar nuestra salud de manera importante, pero los efectos parecen ser mayores si además dejamos de lado la carne y los lácteos.
Como ya he dicho en alguna ocasión, no pretendo convencer ni convertir a nadie, sino informar al respecto. Es posible ser saludable solo con el hecho de reducir los productos animales en tu dieta, y seguir siendo omnívoro o vegetariano. Pero también es posible hacerlo siendo vegano. Hay muchos mitos nutricionales en ambos casos, y deberíamos informarnos adecuadamente y terminar con ellos.
Si bien es cierto que el veganismo tiene grandes ventajas (para los animales y para el planetaespecialmente), cuando hablamos de salud debemos tener en cuenta un principio básico sigamos la dieta que sigamos: es importante comer variado y equilibradopara obtener todos los nutrientes necesarios para una salud óptima. Y por supuesto, cada individuo puede tener necesidades distintas.
Espero que os haya sido de utilidad. Si os interesa el tema, podéis leer algunos estudios sobre el impacto que tienen los productos de origen animal en la salud aquí.