Imagen: Organicus
Para utilizarlo sólo hay que mojar el recipiente con unas gotas de agua y, con la ayuda de un pincel, colorear labios y mejillas. Podéis utilizar también el dedo para aplicarlo, pero personalmente prefiero el pincel para no andar paseando la mano teñida. ¿El resultado? Un color rojizo muy duradero. Cuanta más cantidad apliquéis más rojo os quedará, así que vigilar en las mejillas para no parecer Heidi.
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Como llevo ya un tiempo utilizándolo, os explico cuáles son las ventajas e inconvenientes que le encuentro. En cuanto a las ventajas, aparte de ser natural y vegano, he de decir que es muy fácil de utilizar y conservar, porque al contacto con el aire, el agua que habéis añadido en el recipiente se seca y los polvos quedan intactos. Por lo tanto, no necesita ningún tipo de conservante. Además, la fijación del pintalabios es extrema, puede seguir contigo hasta el día siguiente (pero no de forma homogénea, claro). Finalmente, tema precio: yo lo conseguí por unos 4? y creo que tengo cosmético para largo. El turno de los contras: como el recipiente en sí puede manchar un poco, no es un cosmético que me llevaría en el bolso, pero como he comentado antes, tampoco necesitáis llevarlo, porque dura muchísimo. Otra cosa: vigilad si tenéis pieles muertas en los labios cuando lo apliquéis, porque estas quedarán más teñidas. Es importante decir que el pigmento tiende a resecar un poco los labios, por lo que es indispensable aplicar sobre el tinte crema de cacao para hidratar los labios. En las mejillas podéis hacer lo mismo con crema hidratante.
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P.S. Natural no es sinónimo de inocuo, por lo que si decidís probarlo y notáis alguna molestia, dejad de utilizarlo.