Nos encontramos inmersos en una situación de inseguridad alimentaria y crisis medioambiental. En este preocupante escenario la Agricultura Ecológica es la solución, al ser la alternativa más factible para nuestra sociedad. Día a día se demuestra que es viable económicamente, segura para la salud e integrada perfectamente en el medio ambiente.
El interés de la sociedad va encaminado a la necesidad de no seguir degradando el sistema agrícola y natural, para dirigirnos a la recuperación de los impactos negativos que han producido todos los métodos de agricultura intensiva e industrial sobre la sociedad y el medio ambiente.
Las siguientes razones explican por qué la Agricultura Ecológica contribuye a la sostenibilidad en todos los aspectos (económico, medioambiental y social):
Se prescinde de la utilización de productos químicos tóxicos.
Existe un perfecto sistema de trazabilidad.
Combina las mejores prácticas ambientales con la preservación de recursos naturales aplicando una serie de normas y reglamentos europeos.
Los alimentos son obtenidos sin sustancias derivadas y a través de procesos naturales.
Máximo sabor y calidad en los productos.
Los productos mantienen la integridad ecológica, están identificados y certificados.
Contribuye a la protección del medio ambiente y al desarrollo rural.
Mitiga y reduce el cambio climático.
Menor consumo energético.
Aumenta la importancia de mercados locales y los canales cortos de comercialización.
Fomenta la biodiversidad y mejora el hábitat.
Evita los organismos modificados genéticamente (OMG), dependientes de recursos no renovables.
Reducen los costes de producción.
Los productores y agricultores obtienen una renta digna.
Se fomenta la diversificación de los ingresos, la potenciación de los recursos disponibles y el empleo.