Creo que toda mi vida he sido muy yo… me gusta ponerme calcetines diferentes -uno de cada color, aunque hoy en día, por practicidad, casi todos son negros- ciertas camisetas me gusta ponérmelas al revés y en general, no he sido persona de ir muy con la moda. Me gusta la practicidad, la comodidad y en general, no me importa demasiado lo que otras personas piensen de mí. Y por si acaso ¡no! no me considero “normal”, me gusta ser diferente, hasta te dejo que me llames rarita jajaja pero “normal” ¡jamás!
Igual creo que en algún momento de la vida, todos buscamos parecernos a alguien, cuando en realidad todos tenemos algo único y bonito que nos diferencia. Lo que sucede es que nos vemos influenciados / manipulados / o nos lavan el cerebro con lo que dice la sociedad y la publicidad, con lo que se considera habitual o normal.
La verdad es que para que algo sea lo “normal”, seguramente habrá pasado por una fase de idea descabellada, a raro, a revolucionario, luego a la aceptación, y así, hasta convertirse en “normal”. No es como que surge algo nuevo y de la noche a la mañana forma parte de nuestras vidas de manera habitual ¿lo habías pensado?
“Normal” es simplemente lo más aceptado socialmente y a nivel cultural. Lo que quiero decir con todo esto es que vivímos demasiado sometidos a hacer las cosas dentro de lo que se considera la norma, y a veces somos demasiado cabeza cuadrada para ver o pensar fuera de eso. Parece que nos cuesta pensar por nosotros mismos ¿y si lo hago diferente?
El motivo por el cual te cuento esto es porque me gustaría que te analizaras un poquito -a ti y a tu entorno- que pienses en las cosas que haces o dejas de hacer por ser o no, normales. Piensa por un momento que normal no significa necesariamente que sea lo correcto.
Es importante desafiar al mundo en el que vivímos, plantearse nuevas opciones o ideas, aunque sean raras o fuera de lo común. En ese pensar de ideas locas y diferentes es que surgen cosas nuevas y maravillosas, y no me refiero necesariamente a inventar un producto innovador y que te haga millonario -aunque si es tu caso ¡genial!- sino más bien a cuestionar nuestro mundo, la forma de vivir, de hacer las cosas, lo que se dice.
Atrévete a ser diferente y a desafiar al mundo rompiendo la barrera de lo normal. No te limites a pensar en que “así es cómo se hace”, rompe el molde y ¡cambiémos al mundo!