Soy la primera que disfruto de los manjares que tomamos en navidad, pero si nos paramos a pensar nos daremos cuenta de que, si un día normal cenamos uno o dos platos, no es necesario que nos atiborremos y acabemos como globos aerostáticos suplicando por un almax durante las fiestas navideñas. Porque además, aparte de innecesaria, esta costumbre no es saludable ni para nosotros ni para el planeta, debido al nivel de recursos que tomamos de la naturaleza y que devolvemos en forma de residuos.
Pero aunque las tradiciones y costumbres son difíciles de actualizar, hay alternativas al desperdicio navideño. ¡Y bien sencillas! Basta con unas simples medidas a la hora de comprar y servir para que todos podamos reducir nuestro nivel de residuos durante estas fiestas.
¿Quieres conocer cómo pasar unas navidades residuo cero? ¡Pues sigue leyendo!
CONSEJOS PARA EVITAR EL DESPERDICIO DE COMIDA EN NAVIDAD
Compra menos comida
Simple y efectivo. Piensa en la cantidad de personas que se sentarán a la mesa y haz un cálculo de lo que puede llegar a comer cada una. Si conoces alergias o preferencias a la hora de comer te será más fácil decidir las cantidades para cada uno. En nuestra casa mi sabia madre (que además es dueña de un restaurante, con lo cual tiene experiencia), ya tiene por tradición cenar “ligero”: tres o cuatro platos de entrantes para compartir (ensalada, anchoas, pastel de pescado, jamón…), un plato principal y un postre casero. Así, aunque comemos más que en cualquier otra cena, nadie tiene la incómoda sensación de que va a reventar por los cuatro costados y casi no hay sobras. Además, con la comida justa, ahorramos dinero y un precioso tiempo de compras y preparación que podemos pasar jugando al chinchón o discutiendo de política
Complementa con comida no perecedera
Si tienes miedo a que alguien se quede con hambre siempre puedes ponerte en modo abuelismo y freírle un huevo. No, ahora en serio. Si crees que con un menú ligero no es suficiente, complementa con alimentos que aguanten en el frigorífico al menos una semana: conservas en aceite o escabeche, quesos curados, embutidos, etc. Así, si sobran, podrás volver a guardarlos y utilizarlos en otras recetas
Deja que cada uno se sirva
Pero por supuesto, para poder volver a guardar los alimentos, éstos no deben estar contaminados. Por eso, en vez de servirlos en un plato para cada comensal, es buena idea colocarlos en una fuente en el centro. Así, cada uno puede servirse lo que quiera. Esto cobra especial importancia cuando hablamos de salsas y aderezos, ya que si a alguien no le gusta una salsa determinada u odia el limón en la ensalada no tendrá que lidiar con ello en su plato, y esos acompañamientos se podrán guardar y reutilizar en caso de que sobren.
Reutiliza
Si aun siguiendo estos consejos te encuentras con sobras al final de la noche, puedes utilizar estas sencillas recetas para convertirlas en nuevos y apetitosos platos. Y además, recuerda que el alcohol abierto y no terminado (vino, cava, sidra o licores) puede servir de base para otros platos, salsas y postres. ¡Imaginación al poder!
¡Espero que estos truquillos te sirvan para vivir una navidad sin desperdicio de comida!
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P.D. Y tú ¿tienes algún otro truquillo para no desperdiciar comida? ¿Nos lo cuentas? Y si te ha gustado este post, ¡compártelo en tus redes sociales!