Dicen que en el mundo vegetal no hay mejor termómetro que un buen observador pues sólo un ojo avizor podrá registrar los cambios de la naturaleza, intercediendo cuando sea necesario, cambiando el timón ante un eventual síntoma. Las luces rojas se encienden en el huerto y las plantas avisan siempre sus malestares por eso hay que estar atentos a ellas.
En el caso del rabanito, no está exento a las plagas y enfermedades propias de las plantas. Este cultivo es proclive a sufrir el ataque de:
Oruga de la col: una mariposa blanca con manchas negras cuyas larvas provocan daños en la planta.
Pulgones: son insectos que se nutren de la savia de las plantas y se detecta por la aparición de un líquido azucarado que da lugar a la aparición de hongos.
Mildiu velloso: es una enfermedad típica de la primavera que se detecta por las manchas amarillas que aparecen sobre las hojas.
Pero estos enemigos silenciosos no son el único problema del rabanito. Para tener plantas sanas es importante realizar podas regulares para así obtener mejores vegetales. Esto sucede debido a la densidad que puede llegar a tener la planta y que, si es demasiada, atenta contra el buen desarrollo de las hortalizas.
Para obtener buenos resultados, también es importante evitar que los rabanitos crezcan demasiado o perderán su buen sabor. Y eso no es todo, si la planta está expuesta a un calor excesivo pueden tomar un sabor picante.
El tiempo de la cosecha es vital para disfrutar de rabanitos a tu medida. Recoléctalos sólo cuando pretendes consumirlos y nunca elijas aquéllos que están demasiado crecidos pues resultarán demasiado duros y tendrán mal sabor. Un buen dato es saber que cuando las raíces tiene unos 2,5 cm de diámetro están listos para ser cosechados.
Nuestra valoración
[Total: 1 Media: 5]
La entrada Rabanitos cuidados, sabor garantizado aparece primero en Seedbox huertos urbanos.