De hecho, es ¡mi favorita! y es que ¿cómo no habría de serlo? si como toque asiático lleva jengibre, aceite de sésamo y leche de coco, 3 ingredientes que absolutamente AMO. Además de lo rica que está es vegana y sin glúten. Ahora sí, sin más preámbulo, la receta…
Ingredientes (para 2 personas):
• 1 chorrito de aceite
• 1/2 taza de cebolla picada (cualquier tipo sirve)
• 3 dientes de ajo finamente picado o rallado
• 1 pedacito de jengibre finamente picado o rallado (yo utilizo un pedazo equivalente 3 dientes de ajo juntos)
• 1/2 taza de zanahoria picada
• 1/3 taza de maní crudo o mantequilla de maní o anacardos (omite si eres alérgico)
• 1/2 taza de tomate picado
• 1 taza de leche de coco (cualquier otra leche vegetal le va bien pero tu sopa no tendrá sabor a coco)
• 1/2 de agua o caldo vegetal
• Sal al gusto
• 1 o 2 cucharadas de jarabe de arce o miel si no eres vegano
• 2 cucharadas de aceite de sésamo
Instrucciones:
1. Añade un chorrito de aceite en una sartén, calienta y añade la cebolla, el ajo y el jengibre. Cocina por unos 5 minutos o hasta que la cebolla esté transparente.
2. Añade los frutos secos y las zanahorias y cocina por un par de minutos (si utilizas mantequilla de maní o de almendras, añade junto con los tomates en el paso siguiente).
3. Agrega los tomates (y mantequilla de maní o de almendras, sí es el caso) y cocina por varios minutos.
4. Añade la leche de coco, agua, sal, jarabe de arce o miel y el aceite de sésamo. Lleva a ebullición y cocina durante 10 minutos más o menos.
5. Mezcla hasta que quede suave (si te gusta sentir los trocitos de verdura) o procesa con tu batidora de mano o licuadora. A mi me gusta que quede una sopa bien cremocita.
Recuerda, a medida que vayas cocinando, ve probando y rectifica la sal, jengibre y miel según lo consideres necesario.
Y ya la tienes: la sopita más sabrosa del mundo mundial. Perfecta para días fríos y es tan aromática que te hace despertar el apetito.
Es tan sabrosa que incluso ¡ha sido aprobada por la suegra!
Cuéntame ¿cuál es tu sopa favorita?