Cada vez hay más gente concienciada hacia el respeto por los animales. Muchas personas reducen ya su consumo de carne, se posicionan en contra de la tauromaquia, y protestan contra la experimentación en animales, para mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, en nuestra pasión e interés por estar cerca de animales, acabamos involucrándonos sin querer en un ciclo de crueldad y explotación.
Son muchas las industrias que perjudican a los animales, pero si hay una en la que podemos actuar directamente es la del turismo. Ya he escrito algunos artículos sobre actividades específicas, con elefantes y encantadores de serpientes, pero hoy me gustaría tratar algunas atracciones generales que podemos evitar para ser turistas responsables.
1. Nadar con delfines
No es una novedad que los cetáceos sufren en cautividad; de hecho, está comprobado científicamente. Si a esa estresante condición, además, se le añade la actividad extra de tener que nadar e interactuar forzosamente con personas, el mamífero en cuestión sufre ataques de frustración y agresividad que ponen en peligro tanto al animal como a las personas. De hecho, ha habido varios accidentes en delfinarios a causa de acciones impredecibles causadas por el estrés. También existe el riesgo de transmitir enfermedades o dañar al animal sin querer.
2. Fotografías con animales
Si hay algo que tiene una apariencia inofensiva pero que resulta mortal, es la fotografía con animales salvajes. La gran mayoría de los animales empleados son mutilados (alas, garras, colmillos…), drogados, sedados y encadenados. Sus dietas y cuidados son inapropiados como poco, puesto que les explotan durante días enteros para ese dólar que cuesta una fotografía. Suelen ser resultado de la caza furtiva, además de víctimas –pues, para obtener crías, por ejemplo, la familia suele ser asesinada del animal suele ser asesinada.
3. Pasear y alimentar a grandes felinos
Parece estar cada vez más de moda esa opción en algunos zoos o centros de conservación de darle el biberón a pequeños felinos, o de pasear al lado de un adulto. La realidad detrás de esto es que los leones, tigres o leopardos son separados de sus familias para hacer negocio de ellos y acostumbrarles forzosamente a la presencia humana. Muchos de ellos, además, cuando se hacen adultos, acaban vendiéndose a empresas de caza enlatada (donde turistas pagan para disparar a ejemplares criados o comprados específicamente para ser cazados).
4. Carros de burros o caballos
Algo muy común de ver en España es la posibilidad de montar en un carro tirado por burros o por caballos para desplazarse por la ciudad. Se la ha llegado a asociar como algo romántico, pero la verdad es que esta actividad es una de las más explotadoras que hay. Con un exceso de trabajo, una deficiencia de atención veterinaria, de descanso y de hidratación, golpes, heridas, sobrecarga y golpes de calor, la gran mayoría de estos animales viven y trabajan en condiciones absolutamente deplorables.
5. Trineos de perros
Montar en un trineo de perros es una actividad muy deseada cuando se va de turismo a lugares fríos y montañosos. Yo misma vi innumerables opciones de hacer mushingcuando vivía en Noruega. Y, si bien es cierto que existen opciones responsables, también cabe destacar que muchas veces esta actividad implica negligencia y sobreexplotación. Es fácil encontrarse con exceso de peso en los trineos, perros expuestos durante largos períodos de tiempo a condiciones extremas y accidentes que acaban en ataques, desgarres musculares o incluso en estrangulación por las correas del trineo.
Ante todo esto, me gustaría plantearos una pregunta. ¿Qué creéis que pasa cuando un animal no sirve porque ya no es lo suficientemente mono, porque es demasiado débil como para aguantar condiciones extremas o porque se ha vuelto demasiado agresivo por el estrés? La respuesta, me temo, no es nada agradable, y es la misma para toda la industria.
Existen más eventos y actividades que, como turistas responsables, podemos evitar, como son los paseos con elefante, las corridas de toros, los espectáculos con aves exóticas, los paseos a camello…
Con estos 5 ejemplos en mente, solo espero que podamos empezar a cuestionarnos ciertas cosas antes de hacerlas, y que pensemos más allá de lo que nos están vendiendo. Pero sobre todo, espero que leyendo esto, nos demos cuenta de quiénes son los verdaderos protagonistas de esta oscura historia, y que hagamos algo para ayudarles.