La cantidad de verdura y la manera de agregarla, al igual que con las frutas, dependerá de la cantidad de agua que contengan las mismas y las podemos enumerar así:
Las verduras con mucha agua, como por ejemplo el pepino, las licuaremos y las utilizaremos como sustituto o parte del agua de la lejía. Se puede utilizar hasta el 100% del contenido de la misma.
Las verduras con poco contenido en agua, como la zanahoria, las trituraremos y agregaremos en la traza. También podemos cocerlas y utilizar el agua de cocción para el preparado de la lejía y la zanahoria cocida machacada en la traza.
Las verduras de hojas se pueden utilizar indistintamente, o licuadas junto con agua destilada para preparar la lejía, o añadidas en la traza en un porcentaje no mayor al 15% del peso total del jabón.
Veremos como hacerlo con el siguiente ejemplo:
Receta de jabón de pepino
¿Qué necesitamos?
450 g de aceite de hueso de oliva.
200 g de aceite de coco.
170 g de aceite de semilla de girasol.
130 g de aceite de sésamo.
338 g de licuado de pepino junto con agua destilada (169 g de agua y 169 g de pepino).
131 g de hidróxido de sodio (sosa).
50 g de sal marina.
30 g de semillas de sésamo blanco.
1 cucharada de ortiga verde en polvo.
1 cápsula de vitamina E.
Aceite esencial de tomillo y limón.
¿Cómo se hace?
1. Calentamos la sal junto con el agua perteneciente al líquido de la lejía (169 g) y removemos para diluirla.
2. Cuando esté disuelta la sal mezclamos ese agua junto con el pepino picado y lo batimos bien (o licuamos) hasta que no hayan grumitos. Después lo metemos unos minutos en el congelador.
3. Pesamos los aceites, le añadimos vitamina E y los calentamos al baño maría.
4. Tomamos las medidas de seguridad necesarias para trabajar con sosa: guantes, gafas y mascarilla.
5. Sacamos el licuado de pepino del congelador y le agregamos poco a poco la sosa. Removemos hasta disolverla.
6. La temperatura se habrá quedado en unos 50ºC así que llevamos los aceites a esa misma temperatura. Cuando estén cruzadas vertemos la lejía encima de los aceites y batimos a la velocidad más baja hasta que se haya formado la traza.
7. En cuanto la consigamos le añadimos las semillas de sésamo, los aceites esenciales, removemos y dividimos la mezcla en dos. A una le agregamos la ortiga verde (para darle un tono más oscuro) y a la otra no.
8. Vertemos en el molde dejando caer cada uno por un lado, si quieres darle el mismo efecto que en la foto, pero aquí eres libre de crear a tu imaginación.
El resultado es un precioso jabón verde, súper bueno para la piel y refrescante, cargado de nutrientes, vitaminas y minerales.
Estos jabones que hemos elaborado nosotras estarán disponibles para su venta a partir del 7 de Marzo. ¡Resérvalos ya que se acaban!