Este año el programa da continuidad a los comedores y huertos en los que trabajábamos antes de la irrupción de la pandemia, y añade acciones de salud integral en los hogares y de sensibilización sobre la igualdad de género.
Mujeres y seguridad alimentaria
En ambas comunidades el grupo de mujeres juntamente con un técnico agrónomo de Global Humanitaria han iniciado la preparación de los terrenos para empezar a plantar y/o sembrar en los huertos utilizando técnicas de diversificación de cultivos, de conservación del suelo, de manejo de plagas y uso de abonos. Así mismo se han impartido los primeros talleres de capacitación sobre la producción del huerto encaminada hacia la transición agroecológica.
Así mismo se logra el respaldo de la municipalidad de San Luis Peten para dar apoyo a través de la Dirección Municipal de la Mujer. Gracias esto se consigue el material para la canalización de agua desde la fuente más cercana (a 100m) hasta el punto de siembra de cultivos.
Falta de alimentos
En nuestra zona de trabajo en Guatemala, la falta de alimentos afecta especialmente a los campesinos, que viven del frijol y maíz, que con frecuencia consiguen apenas cosechan para el autoconsumo, en parte a causa del cambio climático, (las lluvias intensas y las sequías persistentes). Las medidas impuestas a causa del Covid-19 han provocado el incremento de hambruna en comunidades que ya antes de la pandemia padecían altas tasas de desnutrición crónica infantil. De ahí que durante el año pasado Global Humanitaria haya realizado entregas de emergencia , con ayuda alimentaria para más de 653 familias en situación de vulnerabilidad extrema.
Imagen: Presentación del proyecto de huertos y comedores escolares en San Francisco Mollejón (Petén, Guatemala/ Global Humanitaria)