Todos recordáis los pinchos en los portales de Londres, las rocas debajo del túnel de Johannesburgo y, más recientemente, las marquesinas de los autobuses de Madrid.
Incluso en Hungría, se ha llegado a penalizar con 500 â?¬ o 6 meses de cárcel a las personas que duermen en la calle.
Sin embargo, alguien quiso dar una vuelta de tuerca a esta situación y aprovecharon para lanzar una campaña de márketing en la que ofrecían refugio a este colectivo, además de “in situ” en el propio banco, en refugios habilitados al efecto.
Sin menospreciar la labor que hacen estos albergues, en términos generales se encuentran superpoblados, en mal estado y faltos de recursos.
Muy remotamente nos podemos imaginar la desconfianza y el estado de alerta continuo en que se vive en la calle, pero menos aún, la impotencia que genera el no ver la salida del túnel : sentirse excluido de la sociedad por no tener acceso a una ducha, a un traje limpio, a una formación .
Esto precisamente es lo que trata de hacer Bokatas con el Centro de Acompañamiento que quiere crear: un lugar en el que la gente de la calle siempre vaya de la mano de un miembro de la Asociación, pueda ducharse, hacer uso de la lavandería y continuar formándose.
Si nos ponemos un poco ñoños, nos acordaremos de Chris Gardner, el hombre que sacó a su hijo adelante cuando no tenía ni una casa que ofrecerle y llegó a convertirle en millonario.
¿Cuántos Will Smith en “En busca de la felicidad” nos estamos perdiendo si no contribuimos a que esto exista?
El proyecto de Bokatas es una oportunidad para todos los madrileños de vencer el miedo a “dónde va el dinero que estoy donando”. Porque si todos ayudamos a que salga adelante, en breve podremos ver en nuestra propia ciudad el resultado de el pequeño esfuerzo de muchos.
¡TODO MADRID ECHANDO UNA MANO A BOKATAS, YA !