Bueno, que me pongo muy sentimental y me desvío del tema Para acabar con esta serie que nos ha llevado desde la despensa sin plásticos al armario de limpieza lleno de alternativas eco pasando por el tocador para evitar este material en nuestros cosméticos y productos de higiene, hoy salimos de casa para encontrarnos en aquellas situaciones en las que los plásticos nos atacan sin avisar… y estar preparados.
Y, como siempre, un pequeño disclaimer: ninguna de las marcas que aquí aparecen ha pagado una perra chica por aparecer en este post. Si las menciono, es porque creo que te pueden ser de utilidad
¡Vamos!
UN PIC-NIC SIN PLÁSTICOS
Ahora que falta poquito para la primavera, cada vez va apeteciendo más acercarse a la naturaleza para pasar un fin de semana o hacer una buena ruta por el monte. Y tú, que en tu día a día evitas el plástico como a la peste, te ves envolviendo los bocatas con un trozo de papel de aluminio que te ha dejado la vecina y comprando una botella grande de agua y una bolsa de patatas en la gasolinera, por si acaso.
Bueno, pues no es necesario. Porque salir de pic-nic o irte a unos días a acampar en la montaña sin plásticos es más fácil de lo que parece:
1. BOTELLAS REUTILIZABLES
Esto sirve tanto para un picnic en la naturaleza como para el gimnasio, la oficina o para cualquier ocasión fuera de tus cuatro paredes habituales. Tanto para llevar agua como café o té, tus botellas y termos reutilizables son tus mejores amigos fuera de casa.
2. ENVOLTORIOS DE BOCATA
Di adiós al papel de aluminio y saluda con alegría al trapo de tela. Envuelve tu bocata en él con cuidado y después coloca un par de gomas (de esas que te dan en la frutería con los espárragos verdes, como te comenté aquí), para fijar.
3. SNACKS RESIDUO CERO
A lo mejor entre tus amigos la tradición es atiborrarse de chocolatinas cada vez que el viaje en coche dura más de una hora, pero no dejes que la marea te lleve y pásate a los snacks residuo cero: fruta fresca, frutos secos, galletas caseras…
4. PARA COMER BIEN
Ya puedes ir deshaciéndote de ese prejuicio que te dice que llevar táper a la montaña es de dominguero. Los táper tendrán sus detractores pero son de gran ayuda en esto de no dejar huella en nuestra querida naturaleza. Así que si eres más de tortilla y filete empanado que de bocata, reivindica el táper. Y los cubiertos de siempre, claro está.
EN LA OFICINA
La oficina. El reino de los vasos parafinados para cafés entre reunión y reunión. Ese territorio de convivencia en el que, por no fregar, cada cumpleaños o celebración se convierte en un homenaje al desechable. A veces pierdes la esperanza de llevar una vida eco también en la ofi ¿verdad? Pues presta atención:
1. JARRA DE AGUA Y VASOS REUTILIZABLES
Cuando trabajaba en Madrid siempre era la pesada que insistía en utilizar vasos de cristal para evitar plásticos. Menos mal que mis compis tenían más paciencia que todos los benditos del santoral y al final accedían. Puede que a ti te pase lo mismo o que tus compañeros no te hagan ni caso, pero lo que es cierto es que tú siempre puedes optar por la jarra de agua y el vaso en vez de la botella de plástico en las reuniones. Además, queda mucho más sofisticado exponer las cuentas del último trimestre con un vaso de cristal en la mano que rechupeteando una botella, dónde va a parar.
2. BOLÍGRAFOS
Éste es un problema en el que no había reparado hasta que leí este post de La Vida Uve, donde Khristina nos explica la cantidad de plásticos que tenemos en casa ¡en forma de inofensivo boli! Así que si quieres hacer un gran cambio, pásate a la estilográfica. Yo lo haré. Y siguiendo con el fake it till you make it, una pluma siempre te hará parecer mucho más cool que un boli bic mientras haces como que tomas notas y pones cara de concentración en las reuniones. Es broma. Sé que eres megaprofesional.
DE FESTIVAL
Cómo nos gusta un buen festival o irnos de concierto. Pena que todavía estos eventos no estén tan al día en sostenibilidad como quisiéramos. Al principio me desesperaba en estas situaciones, y de hecho recuerdo un concierto en el que me puse cabezona y decidí reutilizar mi vaso de parafina. Créeme, no lo hagas. Te acabarás bebiendo tu cerveza aderezada con pedacitos de plástico. Rico, rico.
Pero ¡hay solución! Eso sí, requiere que lleves un bolso grande o una mochilita y que pilles al personal de barra con un día bueno:
1. VASOS Y PLATOS REUTILIZABLES
Para esto, había pensado robarles a mis sobrinas sus vasos reutilizables de Hello Kitty, pero me parece un pelín de mala tía robar a unas niñas de cuatro y siete años… y tener que explicar a los camareros del BBK Live por qué pido mi bebida en un vaso fucsia con forma de gato japonés. Así que la solución pasa por utilizar una taza de acero esmaltado de las de toda la vida, que puedes encontrar en ferreterías. Y si las quieres personalizadas o para regalar tienes muchísimas opciones: por ejemplo éstas de UsaryReusar, éstas de Retropot o éstas de Entonospastel que me tienen robado el corazón por eso de que “cántabros y asturianos primos hermanos”. En cuanto a los platos, más de lo mismo. Puedes encontrar platos de acero esmaltado en cualquier ferretería añeja.
2. PAJITAS
Algo totalmente accesorio pero que te siguen sirviendo si no estás alerta. En mi caso las he desechado, pero si eres un pelín sibarita con esto de los cocktails, siempre puedes comprar una de acero y llevarla contigo hasta el fin del mundo.
¡Y hasta aquí los post especiales por nuestro año sin plástico!
P.D. ¿Qué te ha parecido? ¿Tienes algún truco más sobre vida sin plásticos que quieras compartir? ¡No te cortes y cuéntanoslo!
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