Aceite de semilla de mango
Manteca de mango
Propiedades físicas al saponificar:
Dureza: 67
69
Burbujas: 33
31
Persistencia: 66
69
Limpieza: 46
45
Acondicionado: 44
43
Yodo: 60
47
INS: 120
146
Ácidos grasos saturados:
Láurico: 0
0
Miristico: 0
0
Palmítico: 8
7
Esteárico: 27
42
Ácidos grasos insaturados:
Ricinoleico: 0
0
Oleico: 52
45
Linoleico: 8
3
Linolénico: 1
0
Por lo que podemos observar que tienen índices muy parecidos en casi todo menos en el contenido de ácido esteárico y de ahí su estado a temperatura ambiente, que el aceite de semilla es líquido y la manteca sólida. Otra diferencia es que tienen diferentes índices de saponificación.
Lo usaremos para enriquecer el jabón en un porcentaje no superior al 20%, añadido en la traza o junto a los aceites base, por su alto contenido en insaturados (ácido oléico) y equilibrado con otras grasas que aumenten el poder de burbujas, limpieza y acondicionado.
Propiedades cosméticas:
La manteca de mango es ampliamente utilizada en cosmética, sobre todo en bálsamos y mantecas corporales, ya que aporta una textura cremosa y es muy suave de untar. Se funde al contacto con el cuerpo.
Deja la piel hidratada y protegida, por eso es común encontrarla en protectores solares o aftersun. Además calma las irritaciones producidas por el mismo.
Regenera la piel, por lo que es muy útil en la cicatrización de heridas o evitando la aparición de estrías.
Es muy beneficiosa usarla como mascarilla capilar para nutrir el cabello y aportarle fuerza y vitalidad. Hace maravillas en el pelo seco o encrespado.
Gracias a su poder antioxidante es muy recomendable para pieles maduras, ya que evita su oxidación y la consecuente aparición de arrugas.
Muy indicada para tratar la piel con problemas: dermatitis, psoriasis, herpes, etc.