Los colorantes sintéticos no tienen por qué ser dañinos, aunque dependen de sus componentes, pero los fabricados para hacer cosméticos, que son los que recomendamos para hacer jabones, están hechos en laboratorio con productos químicos respetuosos con el medio ambiente y no son tóxicos ni producen reacciones alérgicas. Se pueden usar con total tranquilidad y conseguiremos jabones muy vistosos y llamativos. Son la opción más recomendable dentro de los colorantes sintéticos.
Con los colorantes alimentarios (o de repostería) no conseguiremos buenos resultados en jabones elaborados por saponificación en frío, ya que no son estables en un medio alcalino y este proceso conlleva esa subida del pH. Sin embargo, en jabones que ya han madurado y tienen un pH estable, al refundirlos podremos agregarle éstos colorantes consiguiendo colores muy vivos y más duraderos. Al igual que con los jabones hechos con base de glicerina.
Los lápices de cera o crayones son una opción que también hemos visto que se usa para dar color al jabón, pero aunque no son tóxicos consideramos que no son adecuados porque se necesita bastante cantidad para colorear el jabón y además lo endurece.
Y por último los colorantes para velas, que no los recomendamos para nada porque contienen anilina (fenilamina o aminobenceno) que es un compuesto químico manufacturado que ha demostrado ser tóxico para la salud. Al contacto con la piel puede irritarla o producir hinchazón en los ojos, y tomada en dosis elevadas puede causar daños importantes como convulsiones o incluso la muerte. Por lo tanto lo descartamos de las opciones recomendables.
Por todo esto, la opción más aconsejable que existe para colorear el jabón son los propios ingredientes naturales que podremos conseguir de la naturaleza y os detallaremos las posibilidades a elegir según los tonos que queramos conseguir, aunque no esperes un color exacto porque dependerá de muchos factores como los aceites escogidos, la alcalinidad de la solución y la temperatura alcanzada, pero si vuestro fin no es conseguir un tono concreto, si no que parezca natural, siempre resultarán la mejor opción.