Como es un aceite de alto valor económico, debido a que se necesitan 570 kg de germen de trigo para conseguir 1 sólo litro de aceite, y no aporta grandes calidades al saponificar (sólo persistencia y muy buen acondicionado), es recomendable añadirlo en la traza, como aceite de sobreengrasado, en un porcentaje no superior al 12%.
Propiedades físicas al saponificar:
Dureza: 33.
Burbujas: 41.
Persistencia: 56.
Limpieza: 29.
Acondicionado: 60.
Yodo: 128.
INS: 58.
Propiedades cosméticas:
Tiene un alto poder nutritivo ya que el germen del trigo es la parte más rica del grano en vitaminas, minerales, celulosa, oligoelementos, lecitina, aminoácidos, fosfolípidos y ácidos linoléicos.
Hidrata intensamente la piel, la suaviza y le aporta elasticidad, al mismo tiempo que la regenera, por eso es muy recomendable su inclusión en cosméticos destinados a combatir el envejecimiento cutáneo, ya que difumina las líneas de expresión y previene la aparición de arrugas.
Es muy frecuente encontrarlo como ingrediente en champús, ya que lo nutre, le aporta cuerpo y elimina la caspa.
Se puede utilizar directamente como desmaquillante (para cutis seco) o mezclado con aceite de jojoba para que la textura sea más ligera, ya que al untarlo sólo resulta muy pegajoso. Lo mismo pasa al usarlo como aceite de masaje, es recomendable añadir sólo unas gotas, para que la absorción sea rápida.
Es cicatrizante y previene la aparición de estrías. Reduce las marcas de heridas.
Protege la piel de las agresiones y el sol.