Una de las primeras cosas que hice cuando decidí que iba a dejar de consumir productos de origen animal fue ponerme a experimentar en la cocina: necesitaba demostrarme a mí misma que siendo vegana también comería cosas ricas, y que mi afición por los postres y las cosas dulces (que por lo general están llenos de leche, huevos, mantequilla y demás) no se iba a ver afectada.
Eso me llevó a preparar cosas que antes ni se me hubiera cruzado por la cabeza que yo podía hacer en casa (o que pudieran existir), me llevó a preocuparme por los ingredientes y por las mezclas y a evitar consumir tantas cosas procesadas... y eso, de paso, me llevó a generar menos basura. Y no solo eso: empecé a comer tan rico y tan variado como nunca (puede que te cueste creer esta parte, pero si te quedan dudas, cuéntamelas y te doy todos los detalles), y lo mejor era que todo eso lo estaba preparando yo, con mis manos, en mi casa. Comer más rico + generar menos basura + respetar a todos los animales + subidón de creatividad = todo ganancias. Pero mi objetivo de hoy no es escribir sobre veganismo (aunque si quieres leer algunas cosas que pienso al respecto puedes ir aquí y aquí), sino compartir esta receta deliciosa y facilísima, y que además —por petición popular— ya había prometido que iba a compartir: galletas DOBLE chocolate. Debo decir que ya había tratado de hacer galletas muchas otras veces, pero siempre había algo que no me convencía 100%... o quedaban muy blanditas, o demasiado grasosas, o les faltaba o sobraba dulce. Las galletas no han sido (al menos hasta ahora) mis mejores amigas en la cocina. Pero esta receta fue el punto de reconciliación: buena textura, buen sabor, y se hacen tan rápido que toma más tiempo ir al supermercado a comprar unas que hacerlas en casa; bueno, dependiendo de la distancia del supermercado, pero aunque esté cerca te recomiendo que pruebes estas. Otro día hablamos de lo que pienso sobre comprar en los supermercados. La receta la adapté ligeramente de una que encontré aquí. Hace tiempo la tenía guardada en el tablero de postres de Pinterest (¡hay tantas cosas pendientes por probar ahí!), hasta que un día se unieron las ganas de comer dulces con la necesidad de usar un puré de manzana que tenía en la nevera, y ¡trin! me puse a hacer galletas. Quedaron tan ricas que pasaron al cuaderno oficial de recetas (donde consolido las verdaderas favoritas) y ahora quedan aquí también, para que te animes a probarlas y me cuentes qué tal te va. Ingredientes (para aprox. 20 galletas):
Un poquito menos de 1/2 taza de aceite vegetal (también puedes usar margarina). Sé que es una medida un poco rara, pero cuando las hice con la 1/2 taza justa no quedaron tan ricas... les va mejor con un poquitín menos de aceite
1/2 taza de panela (también puedes usar azúcar)
4 cucharadas de puré de manzana sin endulzar. Si no sabes cómo prepararlo, te recomiendo esta receta (omitiendo el azúcar y el limón)
1/4 de taza de cocoa en polvo
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
3/4 de taza de harina, puede ser integral, refinada, o mezcla de las dos
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 taza de chocolate amargo picado o rallado. Yo usé 100% cacao, del que se consigue en Colombia para hacer bebida de chocolate, pero puedes usar cualquier otro tipo... eso sí, es importante que sea chocolate de verdad (nada de chocolatinas de leche ni nada por el estilo)
Instrucciones:
Pon el aceite, la panela, el puré de manzana, la cocoa, la sal y el extracto de vainilla en un recipiente grande. Revuelve hasta que la mezcla esté homogénea
Añade el resto de los ingredientes, y mezcla todo muy bien. Vas a obtener una masa que se ve muy húmeda
Deja reposar la mezcla unos 15 minutos, o un poco más... hasta que esté más manipulable
Precalienta el horno a 325ºF (160ºC)
Ayudándote con una cuchara, saca porciones de masa y (con las manos bien limpias) haz bolitas
Acomoda las bolitas en una bandeja para hornear, que hayas engrasado y enharinado un poco (para evitar que se peguen mucho). Deja buen espacio (2.5 cm, más o menos) entre una bolita y la otra, pues las galletas se extienden a los lados al hornearse
Hornea durante 15 - 20 minutos, o hasta que las galletas estén suaves, pero ya no estén crudas por dentro (lo puedes comprobar clavando un palillo, o —menos sutil— un cuchillo). No esperes a que estén crujientes, pues eso no pasa dentro del horno
Sácalas del horno y deja que se enfríen. Es ahí cuando se pondrán crujientes y sabrosas
Prepárate un café
Come
¡Facilísimas! ¿A que sí? Lo vas a confirmar cuando las prepares. Puedes guardarlas (si es que te queda alguna) en un frasco con cierre hermético, no creo que sea necesario refrigerarlas porque lo más seguro es que te las vas a comer antes de que pueda pasarles algo; pero por si acaso (y si piensas que te vas a demorar más en acabar con todas) puedes guardarlas en la nevera. Yo las disfruto muchísimo con un café sin azúcar, ¿tú cómo te las comerías? ¿Alguna vez has hecho galletas en casa? ¿Cuáles son tus galletas favoritas? ¿Te animas a probar estas? ¡Te espero en los comentarios!